Todos somos conscientes de que, sin un proceso de nutrición correcto, nuestro cuerpo dejaría de funcionar. Todos sabemos que necesitamos vitaminas, proteínas, grasas, hidratos de carbono… Asimismo, somos conscientes de que un bebé tiene unas necesidades nutricionales distintas a las de un adulto, ¿verdad? ¡Lo mismo ocurre con la tercera edad!
Las personas de avanzada edad poseen unas recomendaciones nutricionales distintas a las de otras etapas de la vida. Precisamente, es la nutrición geriátrica la que se ocupa de estudiar esas necesidades nutricionales, así como la incidencia que pueden tener algunas enfermedades crónicas en la dieta diaria. ¿Quieres saber más sobre la alimentación en la tercera edad? ¿Quieres conocer el papel o las funciones que desempeña un nutricionista geriátrico?
La aparición de determinadas enfermedades crónicas, el proceso de envejecimiento o los cambios metabólicos de la tercera edad evidencian la necesidad de que exista una rama de la nutrición dedicada únicamente a esta etapa de la vida. ¡Te hablamos de ella!
Cuando pasamos la barrera de los 60 años, la capacidad de absorción a nivel intestinal disminuye, aumenta el consumo de medicamentos, se dificulta la masticación, se reduce la actividad física, perdemos el gusto… Por estas y otras razones, es esencial conocer la nutrición correcta de un anciano.
Aquí algunas recomendaciones para elaborar una dieta sana y equilibrada para la alimentación en la tercera edad:
El nutricionista geriátrico es el profesional que se ocupa de llevar a cabo los distintos procesos de la nutrición geriátrica. En otras palabras, será la persona que se encargará de estudiar cada caso e historial clínico de una persona de la tercera edad, con la finalidad de crear una dieta diaria, con actividad física, acorde a las necesidades nutricionales de cada persona. Como imaginarás, no puede comer lo mismo una persona mayor con diabetes, que una con problemas de corazón u otra que está perfectamente. ¡Las recomendaciones nutricionales serán distintas para unos y otros!
Así pues, las funciones de un nutricionista geriátrico son:
Las salidas profesionales de la nutrición geriátrica son muy amplias, ya que la alimentación saludable cobra todavía más importancia en la tercera edad. Esto, además, se suma a la tendencia positiva de la preocupación por la alimentación que estamos viviendo en nuestra sociedad. ¡Ya somos más conscientes de que una alimentación saludable en la tercera edad puede evitar la aparición de algunas enfermedades crónicas!
Los nutricionistas geriátricos pueden trabajar en:
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